¿Cómo se representan los signos?
Mediante un personaje ilustrado
Se ha optado por un personaje ilustrado en lugar de una persona fotografiada porque permite una mejor comprensión y un aprendizaje más significativo. Con el dibujo se pueden utilizar recursos gráficos con los que destacar determinados elementos y atenuar otros menos importantes, de manera que se jerarquiza gráficamente lo que se representa para interpretar el signo con mayor facilidad. Asimismo, la ilustración permite un resultado mucho más llamativo y divertido.
Para el signo principal, el personaje aparece con masa de color, pero para una mayor asimilación visual el vocabulario del resto de la ficha se representa mediante el mismo personaje monocromo, ya que la línea permite mayor claridad en el dibujo.
El personaje diseñado es una chica expresiva, diseñada atendiendo a los distintos códigos que se emplean en Lengua de Signos:
- Zona de signado: toponema
- Expresión facial: prosoponema
- Configuración de la mano: queirema
- Movimiento de la mano: kinema
- Dirección del movimiento de la mano: kineprosema
- Orientación de la mano: queirotropema

Zona de signado
La zona de signado es el espacio físico donde el signante gesticula. Abarca aproximadamente desde las caderas hasta una zona un poco por encima de la cabeza, y por los laterales hasta donde llegan los brazos estirados. Corresponde aproximadamente a la zona grisácea que se observa en la siguiente ilustración.

Expresión facial
En Lengua de Signos es fundamental la expresión facial. En el diseño del personaje se ha atendido especialmente a los distintos movimientos de boca y expresiones de la cara.

Configuración de la mano
La representación de los signos se complementa gráficamente con dibujos de las manos en blanco y negro ampliadas, las cuales aclaran la postura de las manos y complementan con otros puntos de vista que el espectador no puede ver. Algunos signos requieren más apoyo que otros, así que el número de dibujos de manos varía en función de las necesidades del signo.
Las manos ampliadas nos muestran el inicio del movimiento (rojo), la configuración que no vemos como interlocutor, es decir, la postura que adquiere la mano por detrás (rojo), y la configuración de la mano al final del signo (negro).

Configuraciones de la mano como la ve el receptor (línea de color negro)
Configuraciones de la mano por detrás de cómo la ve el receptor (línea de color rojo)

La mano con línea de color negro indica que el movimiento acaba con esa configuración
La mano con línea de color rojo indica que el movimiento empieza con esa configuración
Otros ejemplos de configuraciones los podemos ver en el propio alfabeto dactilológico:
Alfabeto Dactilológico:

Movimiento, dirección y orientación de la mano
Para representar con la mayor claridad posible el signo, es fundamental entender los planos del espacio donde se ejecutan los movimientos. Para ello se utilizan flechas con volumen, que intentan transmitir si el movimiento que ejecuta la mano es de delante a atrás, circular, etc.
Las flechas se encuentran normalmente un poco por encima de las propias manos, para que el dibujo no quede tapado.

Ampliación de las flechas que indican el movimiento